1. Prepárate antes de salir a trabajar o a largas jornadas de actividad
La mejor manera de combatir el síndrome de piernas cansadas es prepararse para una dura jornada.
- Consume un buen desayuno, recuerda que por ser la comida más importante del día debe contener todos los elementos de un una sana dieta. (Rica en Carbohidratos y Glucosa)
- Vístete con ropa cómoda, evitando utilizar ropa que impida el RETORNO VENOSO (Libre circulación de regreso de la sangre al corazón) en las piernas y que el calzado sea suave y confortable. Hacer un leve estiramiento de las piernas para calentarlas y así evitar la sensación de fatiga al inicio de tu día laboral. Usa calzado acorde a tu jornada.
2. SALIR DE CASA HIDRATADO Y CON UN BUEN DESAYUNO… ES VITAL
Es necesario que estés bien hidratado, y que inicies tu día con una alimentación adecuada.
Ya que si te encuentras deshidratado o sin desayunar, y las actividades que vas a desarrollar requieren tu total concentración tu cuerpo no reaccionará adecuadamente, y adicionalmente perderás tiempo y productividad.
El mejor momento para alimentarse e hidratarse es cuando se está iniciando la jornada para obtener y potencializar toda la energía necesaria para un día que exija alta productividad.
La mejor manera de mantenerte alerta y en buen estado es tener tu cuerpo listo para la jornada diaria… Tu cuerpo requiere combustible, y tus piernas no son la excepción!.
3. DISMINUYE TU RITMO
En el momento que sientas tus piernas cansadas, lo más recomendable es regular tu ritmo.
En este caso, es necesario que ajustes tus pasos a lo que tu cuerpo trata de decirte, un sobre esfuerzo puede generar lesiones que pueden llegar a ser muy dolorosas y peligrosas para tu salud. Por lo tanto:
- Mantén un ritmo constante, recuerda es importante aprender a escuchar y a entender a tu cuerpo.
- En el momento de sentirte exhausto, levantar tus pies ayudará a alivianar la presión de la circulación.
- Reducir el impacto de tus pisadas hará descansar tu cuerpo.
- Realiza sencillos ejercicios en momentos de quietud levantando punta y talón del pie, lo cual generará estimulación a tus piernas.
4. DEJA QUE TU CUERPO DICTE EL PASO
La mayoría de las personas fallan en determinar un paso acelerado al inicio del día, ya que tal vez tienes demasiadas actividades, y quieres exigirte al máximo.
Recuerda que esto implica que tu cuerpo se esfuerce más de lo que él reconoce normalmente, y a su vez esto puede afectar tu organismo por factores externos como: exceso de trabajo, actividades nocturnas adicionales, ciclos de sueño irregulares; dichos factores reducirán la capacidad de completar tus actividades sin desgastarse.
Si te sientes agotado, deja que tu cuerpo dicte el ritmo, ya que él conoce sus requerimientos para operar adecuadamente, si requieres bajar tu ritmo por un día, se flexible contigo mismo, y descansa un poco… Tu cuerpo te lo agradecerá.
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5. CAMBIA TU ENFOQUE…
Si todo lo demás falla recuerda que tienes un elemento muy poderoso… Tu mente.
En casos que la fatiga y el esfuerzo sean una gran carga para tu cuerpo, cambiar el enfoque en tu mente puede hacer una gran diferencia.
Genera metas a corto plazo durante tu jornada, alcanzar las mismas, te ayudará a motivarte para continuar con la jornada.
